Ya estamos en otoño y con él dejamos atrás el sol y el buen tiempo que tanto tiempo nos ha acompañado este año. Con el otoño, también llegan los productos de temporada entre los que se encuentra la granada. ¿Conoces su historia? Desde Casa Alberto, queremos descubrir sus secretos.
Cuando se abre una granada por la mitad, es normal quedarse impactado con la belleza de sus perlas rojas que parecen sus pepitas. Quizás por eso, los romanos relacionaban a este fruto otoñal con la diosa Juno (la diosa del matrimonio y de la fecundidad).
La granada es una fruta otoñal con un sabor agridulce. Una de sus propiedades es que debido a su dura piel, se puede mantener bastante tiempo al aire libre.
Para encontrar su origen, debemos viajar a Persia, siendo los fenicios quienes la trasladaron a los países del mediterráneo. Es un alimento rico en minerales (potasio, sodio, fósforo y magnesio) y muchas propiedades antioxidantes que benefician a la circulación de la sangre.
Este fruto está ligado el mito de Perséfone. El rey del inframundo (Hades) raptó a Perséfone cuando estaba jugando con otras ninfas. Su madre, la buscó infructuosamente llorando por toda la tierra. Zeus se compadeció y mandó a Hermes a rescatarla, con una condición, no debía tomar ningún alimento durante el camino. Pero Hades la engaña y Perséfone como 4 granos de granada, por lo que tuvo que pasar 4 meses con él, momento en el que las flores se marchitaron y no fue hasta su regreso cuando las flores volvieron a florecer. De allí, el origen de la primavera.
