En Casa Alberto estamos orgullosos de ser una de las primeras tabernas de la Villa y Corte que sigue funcionando hoy en día a pleno rendimiento.

Hoy os contamos algunas curiosidades sobre estos establecimientos que es posible que no conozcas. Las primeras tabernas que se establecen en Madrid se agrupan sobre todo en el distrito de Latina, desde allí proliferan por las zonas adyacentes de tal manera que en el año 1600 ya existían 400 tabernas donde se centraban las relaciones sociales en la época.

Era curioso de ver, ya que las tabernas pintaban sus fachadas de rojo como distintivo del vino que se podía consumir en ellas, color que muchas de ellas todavía conservan, como nuestro Casa Alberto.

A principios del siglo XX ya había en Madrid más de 2.000 tabernas en las que a parte de vino se podía degustar todo tipo de gastronomía, que sus propietarios, procedentes de todas las regiones de España ofrecían a sus clientes, y así el centro de Madrid empezó a convertirse en centro gastronómico de referencia.

Parece ser que estamos en el penúltimo cambio de hora obligatorio, el último será el de marzo de 2019, recordamos desde cuando y porqué surge esta costumbre de retrasar el reloj en invierno y adelantarlo en verano.

Tras la crisis del petróleo en 1973 se empezó a hacer de forma generalizada, y a partir de 1974 todos los países se adaptaron al cambio horario para poder aprovechar más la luz del sol y de esta manera consumir menos electricidad, aparte de estos dos factores fundamentales según la Comisión Europea influyeron también otros como la seguridad vial, o la prolongación de las jornadas de ocio, y en otros casos la práctica a la hora de adaptarse a otros países y principales socios comerciales.

De esta manera desde 1974 el horario de verano comienza el último domingo de marzo y termina el último domingo de octubre.

Desde Casa Alberto nos hacemos eco del nuevo horario, que hará que al caer la noche vengáis a tomar una tapa con una buena caña bien tirada. 

Estamos hartos de escuchar falsos mitos sobre la fruta que al final terminamos por llevar a la práctica porque nunca sabemos si realmente es verdad o no, en este post vamos a aclarar cinco de ellos que han sido desmentidos por expertos nutricionales.

1- Comer fruta de postre o de noche engorda: Cualquier momento del día es bueno para comer fruta, el que se consuma antes o después de comer, o en la hora de la cena no implica que se gane más o menos peso.

2- Engorda igual el azúcar de la fruta que el de cualquier otro dulce: Es uno de los mitos mas popularizados, y totalmente falso, el origen de las kilocalorías de los dulces procesados es totalmente diferente a las de la fruta.

3- No mezclar la fruta: Los nutrientes de las frutas son beneficiosos siempre, con lo cual el mezclar varias frutas nos aportará una mayor variedad de vitaminas.

4- comer más de la cantidad de fruta recomendada es malo: Todos los especialistas consultados han señalado que la cantidad recomendada es el mínimo, el máximo será lo que a cada uno le apetezca siempre que la fruta no sustituya a otros alimentos necesarios para una dieta equilibrada.

5- Comer fruta produce diabetes: Consumir fruta puede prevenir la aparición de esta enfermedad y según los expertos nutricionistas, es totalmente falso que se deba limitar la ingesta de fruta en pacientes con diabetes.

Desde Casa Alberto sabemos de su importancia y algunos de nuestros platos cuentan con fruta como ingrediente, y siempre tenemos fruta en los postres. 

Ya llevamos unos días con la nueva estación del año, el otoño y con ella, aumentan las ganas de comer bien en nuestra ciudad. Si por algo destaca Madrid es por la gran oferta gastronómica que ofertan sus restaurantes de diversa índole. En lo que sí coinciden, es la valoración positiva de la trufa negra a la hora de elaborar muchos de sus platos.

Hay que tener en cuenta que este hongo, de aspecto robusto, rústico, crece cercano a las raíces de avellanos y robles y poco a poco ha tomado posiciones en la lista de productos gourmet preferidos a la hora de crear nuevos aromas en la gastronomía.

Su recolección en los meses de invierno es muy complicada pero es el momento perfecto para degustar este producto fresco en diversas recetas como pueden ser los arroces o carnes y postres. Su difícil recolección hace que se convierta en algo muy exclusivo.

Para encontrar los primeros usos de las trufas en la cocina tenemos que echar la vista atrás hasta le época de los egipcios, y a lo largo de la historia se les han atribuido propiedades afrodisíacas.

En la Edad Media, se las consideraba una manifestación del demonio, por su color negruzco y su forma irregular. En España se recolecta entre un 30% y un 50% de la producción mundial de trufa negra, algo que nos hace ser uno de los países con mayor riqueza micológica, sobre todo en la zona norte de España.

Apenas quedan unos días para que dé comienzo una nueva estación del año, la primavera y con ella, aumentan las ganas de ocio en nuestra ciudad. Si por algo destaca Madrid es por la gran oferta gastronómica que ofertan sus restaurantes de diversa índole. En lo que sí coindicen, es la valoración positiva de la trufa negra a la hora de elaborar muchos de sus platos.
Hay que tener en cuenta que este hongo, de aspecto robusto, rústico, crece cercano a las raíces de avellanos y robles y poco a poco ha tomado posiciones en la lista de productos gourmet preferidos a la hora de crear nuevos aromas en la gastronomía.
Su recolección en los meses de invierno es muy complicada pero es el momento perfecto para degustar este producto fresco en diversas recetas como pueden ser los arroces o carnes y postres. Su difícil recolección hace que se convierta en algo muy exclusivo.
Para encontrar los primeros usos de las trufas en la cocina tenemos que echar la vista atrás hasta le época de los egipcios, y a lo largo de la historia se les han atribuido propiedades afrodisíacas.
En la Edad Media, se las consideraba una manifestación del demonio, por su color negruzco y su forma irregular. En España se recolecta entre un 30% y un 50% de la producción mundial de trufa negra, algo que nos hace ser uno de los países con mayor riqueza micológica, sobre todo en la zona norte de España.