Empezamos por los más comunes, estos que pasan de generación en generación y nos los seguimos creyendo a pies juntillas.
La pasta se cuece con abundante agua y un chorrito de aceite
Y sí, aunque ya hemos ido y leído en varias ocasiones que no, seguimos haciéndolo, pensando que quedará mas suave, cuando la realidad es que la pasta queda exactamente igual, y es preferible añadir el aceite después, que tirarlo por el desagüe después de la cocción.
La miga del pan engorda más que la corteza
Es exactamente lo mismo, el mismo producto, la misma mezcla, etc…, la corteza ha quedado deshidratada por la acción del horno, mientras que la miga queda mucho más esponjosa, y si vamos más allá, el pan es un alimento muy poco calórico, pobre en grasa y recomendado su consumo.
La fruta en el postre engorda
¿Cuantas veces hemos escuchado también este mito de que la fruta duplica su aporte calórico si se toma después de las comidas?, pues es totalmente falso, cada alimento tiene su aporte calórico, en el caso de la fruta muchos recomiendan tomarla antes de las comidas por su efecto sacian, pero no dejes de tomar fruta de postre por este falso mito.
El zumo de naranja pierde sus vitaminas si no se consume al momento
¿Y éste?, es el más escuchado ¿no?, pues nos atrevemos a decir que el zumo de naranja mantiene sus propiedades hasta doce horas después de haber sido exprimido.
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