La dieta mediterránea supone un estilo de vida que combina los patrones nutricionales y la forma de cocinar los ingredientes de manera propia en cada región bañada por el mar Mediterráneo.
Es una valiosa herencia cultural, que ha dado lugar a una combinación de los alimentos de manera equilibrada, basada en productos frescos, locales y de temporada, siempre que sea posible.
En la dieta mediterránea abundan los alimentos vegetales, el pan, pasta, arroz, verduras, hortalizas, legumbres, frutas y frutos secos. Además, el uso del aceite de oliva como fuente principal de grasa, beneficia al buen funcionamiento del organismo.
Sus beneficios en la salud del individuo no se limita al hecho de que sea una dieta equilibrada y con un gran aporte de nutrientes, el bajo contenido en ácidos grasos saturados y alto en monoinsaturados, suponen una gran riqueza en sustancias antioxidantes.
Las recetas de la gastronomía madrileña están basada en esta rica y varieda dieta. Durante el invierno, se fomenta el consumo de legumbres y estofados elaborados con aceite de oliva, que favorecen a la salud.
Este invierno, no te pierdas nuestras delicias gastronómicas entre las que destacan el tradicional cocido, los callos o nuestro rabo de buey estofado. ¡Están para chuparse los dedos!