La trufa, ese rico manjar

trufa

Ya llevamos unos días con la nueva estación del año, el otoño y con ella, aumentan las ganas de comer bien en nuestra ciudad. Si por algo destaca Madrid es por la gran oferta gastronómica que ofertan sus restaurantes de diversa índole. En lo que sí coinciden, es la valoración positiva de la trufa negra a la hora de elaborar muchos de sus platos.

Hay que tener en cuenta que este hongo, de aspecto robusto, rústico, crece cercano a las raíces de avellanos y robles y poco a poco ha tomado posiciones en la lista de productos gourmet preferidos a la hora de crear nuevos aromas en la gastronomía.

Su recolección en los meses de invierno es muy complicada pero es el momento perfecto para degustar este producto fresco en diversas recetas como pueden ser los arroces o carnes y postres. Su difícil recolección hace que se convierta en algo muy exclusivo.

Para encontrar los primeros usos de las trufas en la cocina tenemos que echar la vista atrás hasta le época de los egipcios, y a lo largo de la historia se les han atribuido propiedades afrodisíacas.

En la Edad Media, se las consideraba una manifestación del demonio, por su color negruzco y su forma irregular. En España se recolecta entre un 30% y un 50% de la producción mundial de trufa negra, algo que nos hace ser uno de los países con mayor riqueza micológica, sobre todo en la zona norte de España.