Desde tiempos de los romanos se empezaron a presentar los platos de mil formas de manera que quedase bien patente su gusto por los excesos y el lujo. Se valoraba al cocinero por su capacidad de impresionar a los comensales.
Hoy en día la importancia y lo que se valora el emplatado es fundamental para mejorar el grado de satisfacción del cliente y potenciar las sensaciones en los platos. Los expertos recomiendan que las presentación de los platos sea sencilla, delicada y colorida. La elección de la vajilla es fundamental, siempre colores neutros y lisa, sin dibujos que puedan modificar el aspecto visual de los alimentos.
El emplatado y presentación de platos ha pasado a ser un arte en si mismo, requiere que desarrollemos un cierto sentido estético, y sobre todo probar y probar hasta que encontremos la armonía perfecta.
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